Es deplorable el nivel de idiomas que, por lo general, tienen nuestros políticos. Parece ser que el único Presidente del Gobierno que dominaba el inglés fue Calvo Sotelo, lo que indica que la cosa no ha mejorado mucho en todos estos años. Las intervenciones de Aznar en Georgetown dan vergüenza ajena, pero tampoco es que Zapatero lo haga mejor ni mucho menos.
En realidad son un reflejo de un mal que afecta al país en su conjunto, un tremendo error histórico que el sistema educativo y nuestra sociedad permiten que se perpetúe generación tras generación. Nuestros alumnos portugueses de Erasmus me dan una enorme envidia con su dominio del inglés, y a ellos les sorprende enormemente el bajo nivel que tienen sus compañeros aquí. Este curso uno de estos alumnos portugueses me reafirmaba en una idea que yo ya tenía desde hace tiempo: el doblaje de las películas en España ha sido desde siempre una de las principales causas de este problema, pues no ha permitido desarrollar el "oído", y así todo el contacto con el inglés se produce en el seno de un aula de secundaria rodeado de veinte o treinta compañeros a lo largo de un curso en el que, con suerte, el alumno llega a hablar en cuatro o cinco ocasiones.
El Comité Asesor de nuestro plan de estudios de Graduado en Ingeniería Informática ha hecho mucho hincapié en este problema. ¿Cómo podemos hacer para que nuestros titulados salgan con un nivel aceptable de inglés? La solución no puede ser una asignatura, pues estaríamos reproduciendo más de lo mismo (ya tuvimos una asignatura de inglés en el plan de estudios en el año 91 y no solucionaba nada).
En estos momentos tenemos tres asignaturas con un grupo de prácticas en inglés cada una. Evidentemente se apuntan los alumnos que quieren, y aunque la respuesta es sorprendentemente positiva, no es desde luego una solución. Mi propuesta es que en el plan nuevo existan dos o tres asignaturas obligatorias que se impartan íntegramente en inglés. Estas asignaturas se impartirían en el último curso de la carrera (cuarto), por lo que los alumnos, avisados convenientemente desde el momento en que se matriculan en la carrera, dispondrán de tres años para ponerse las pilas. Tenemos dos grandes ventajas que hay que aprovechar (y no son muchas las que tiene un campus pequeño de una ciudad pequeña como Ourense):
Por cierto, con respecto a los políticos, ¿por qué no aprovechan los cuatro años de legislatura para que los diputados y senadores reciban unos buenos cursos de idiomas? Al menos, la mayoría ellos aprovecharía un poco el tiempo ;-)
En realidad son un reflejo de un mal que afecta al país en su conjunto, un tremendo error histórico que el sistema educativo y nuestra sociedad permiten que se perpetúe generación tras generación. Nuestros alumnos portugueses de Erasmus me dan una enorme envidia con su dominio del inglés, y a ellos les sorprende enormemente el bajo nivel que tienen sus compañeros aquí. Este curso uno de estos alumnos portugueses me reafirmaba en una idea que yo ya tenía desde hace tiempo: el doblaje de las películas en España ha sido desde siempre una de las principales causas de este problema, pues no ha permitido desarrollar el "oído", y así todo el contacto con el inglés se produce en el seno de un aula de secundaria rodeado de veinte o treinta compañeros a lo largo de un curso en el que, con suerte, el alumno llega a hablar en cuatro o cinco ocasiones.
El Comité Asesor de nuestro plan de estudios de Graduado en Ingeniería Informática ha hecho mucho hincapié en este problema. ¿Cómo podemos hacer para que nuestros titulados salgan con un nivel aceptable de inglés? La solución no puede ser una asignatura, pues estaríamos reproduciendo más de lo mismo (ya tuvimos una asignatura de inglés en el plan de estudios en el año 91 y no solucionaba nada).
En estos momentos tenemos tres asignaturas con un grupo de prácticas en inglés cada una. Evidentemente se apuntan los alumnos que quieren, y aunque la respuesta es sorprendentemente positiva, no es desde luego una solución. Mi propuesta es que en el plan nuevo existan dos o tres asignaturas obligatorias que se impartan íntegramente en inglés. Estas asignaturas se impartirían en el último curso de la carrera (cuarto), por lo que los alumnos, avisados convenientemente desde el momento en que se matriculan en la carrera, dispondrán de tres años para ponerse las pilas. Tenemos dos grandes ventajas que hay que aprovechar (y no son muchas las que tiene un campus pequeño de una ciudad pequeña como Ourense):
- Profesores con buenos conocimientos de inglés.
- La Escuela de Idiomas a cincuenta metros del Campus. Se podrían establecer mecanismos de flexibilidad en los horarios de los alumnos para facilitar su asistencia a los cursos que necesitaran.
Por cierto, con respecto a los políticos, ¿por qué no aprovechan los cuatro años de legislatura para que los diputados y senadores reciban unos buenos cursos de idiomas? Al menos, la mayoría ellos aprovecharía un poco el tiempo ;-)
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