
Parece que no andaba desencaminado y a algún periodista con tanta historia a sus espaldas como Enrique Meneses le ha parecido también una barbaridad, relacionándolo con los esfuerzos que los medios hacen cada dos años para tratar de sacar a los aficionados al fútbol de ese perpetuo estado de reclusión anímica al que nos aboca periódicamente la selección española en Mundiales y Eurocopas. Vamos, que se puede animar a un país para que "crea", para que "tenga fe" en una selección de fútbol, pero en lo que respecta a la marcha del propio país se le empuja hacia el desánimo más absoluto. Está claro que lo que vende es meterle miedo al personal. "Joder, qué tropa", como dijo el Conde de Romanones.
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