miércoles, 9 de abril de 2008

Captando alumnos para el ámbito tecnológico.


Esta semana se celebra en el IFEVI de Vigo el Forum Orienta, una feria de la educación universitaria y de formación profesional que organiza la Xunta de Galicia anualmente. Allí estuve ayer, como un aguerrido vendedor, tratando de convencer a los posibles alumnos-clientes (¿o clientes-alumnos?) que por allí se acercaban de que estudiar Ingeniería Informática es una buena idea, con futuro, con perspectivas laborales (no, no les dije que cobrarán buenos sueldos). Por lo menos, y a diferencia del año pasado, este año se acercaban por el stand y permanecían más de tres o cuatro segundos, aunque supongo que el iPod que sorteamos debe de tener algo que ver. Sí, lo confieso: sorteamos un iPod entre los que se inscribieron para recibir información de la Escuela. No deja de ser un poco triste, pero si nos piden que compitamos por el alumnado, que tengamos una cierta visión de negocio, no veo por qué no vamos a poder sortear un iPod.

La conversación tipo del año pasado con los/las visitantes del stand era algo así:

- Hola, ¿regalais algo?
- Bueno, un CD con información de la Escuela y...

- ¿Escuela de qué?
- Somos de Ingeniería Informática de Ourense, y...
- ¿Pero eso tiene matemáticas?
- Bueno, sí, un poco, pero...

- No, no, eso es muy difícil para mí. ¿No tenéis gorras o algo?

- Pues no.
- Bueno, adiós.

En pocos años se están vaciando en toda España gran cantidad de titulaciones de ciencia, ingeniería, informática, telecomunicaciones, y no todo se explica por el descenso demográfico. Por ejemplo, se vuelven a llenar las carreras de Educación, y no parece que porque exista una repentina vocación generacional por convertirse en maestros, sino que socialmente se está interpretando como la vía más rápida para tener un título universitario que permita acceder a determinados grupos del funcionariado.

Tampoco es que se trate de un fenómeno exclusivamente español: en septiembre pasado ya alertó la Comisión Europea al Parlamento: los jóvenes europeos consumen tecnología, pero les trae al fresco cómo se desarrolle.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enrique, muy de acuerdo con tu post.

Pero no es que se las traiga al fresco cómo se desarrolle la tecnología. Es un problema mucho más amplio: a la gente en edad de incorporarse a la universidad, se la trae al fresco su carrera profesional.

Desde mi punto de vista se está produciendo un cambio cultural muy fuerte; la gente no está dispuesta a invertir ni los años ni el esfuerzo que una titulación universitaria conlleva, y ya no digamos una ingeniería como telecomunicaciones o informática.

En los años que colaboré como profesor asociado en diferentes univesidades de Madrid, tanto públicas como privadas, me llamaba la atención como cada año el número de matriculados disminuía, y como también disminuía la preparación y motivación con la que la gente llegaba a la Universidad. La misma falta de motivación detecto hoy en día en muchos casos de la gente recién titulada que se incorpora a la empresa.

No me cabe duda que llegan tiempos difíciles. La motivación y la forma de entender la carrera profesional y el trabajo ha cambiado drásticamente desde como nosotros lo entendíamos.

Universidad y Empresa deben buscar adaptarse a los cambios. En el ámbito académico tengo mis dudas sobre si el número actual de titulaciones es sostenible con estos descensos de natalidad e interés...

Interesante post e interesante discusión..

ENRIQUE BARREIRO dijo...

En las reuniones que hemos tenido con el Comité Asesor de nuestro nuevo plan de estudios (formado por representantes de empresas) se ha destacado la importancia de este problema: los departamentos de recursos humanos están detectando que la capacidad de motivación y compromiso de los nuevos titulados es cada vez menor. Una cosa es que las empresas asuman por definición que la gente tiene que trabajar 12 horas al día porque sí, y otra es que la cultura del esfuerzo y el compromiso esté prácticamente extinguida.

El problema es que por mucho que nos esforcemos, la Universidad es una fase demasiado tardía como para poder solucionar este y otros problemas que tendrían que resolverse mucho antes (formación matemática, capacidad de expresión oral y escrita, idiomas,...). La Universidad no debería ser la reválida de Secundaria, pero por otro lado tampoco podemos encogernos de hombros y decir "no es problema nuestro, no podemos hacer nada".